7.1.08

GUION ORIGIAL - SECS. 10 A 19

10 + EXT. DÍA – OTRO CALLEJÓN EN VIGO

Mazuera ha salido ya del bar El Ancla y avanza hacia cámara. Al llegar a plano medio corto se vuelve de espaldas para ver como Raúl sale del bar y se dirige hacia su coche.

Mazuera se dirige, a su vez, hacia el coche de Raúl y se mete en él, junto a Raúl, que se ha acomodado frente al volante.

Aproximación.

RAÚL
Diga.

MAZUERA
Ponga el coche en marcha.
Raúl le da al starter.

Plano general. El coche arranca.



11 + EXT. DÍA – COCHE DE RAÚL EN MARCHA POR CALLES DE VIGO


Tras unos segundos, sin que se lo pidan, Mazuera arranca a hablar:

MAZUERA
Yo llevo dos años encargado de reclutar mujeres en Colombia. Les doy papeles, las traigo a España, las ubico en distintos puticlubs y todo eso...

Da unos golpecitos significativos en el maletín que tiene sobre las rodillas, y prosigue:

MAZUERA
Tengo guardadas las facturas, gastos de viaje y de alojamiento, contratos de trabajo falsos, falsas partidas de nacimiento para simular que son mayores de edad... Tengo que hacer otro viajecito para pagarle a la gente que hizo la última recluta. Y esta vez no pienso devolverme a España. Me voy a perder en el monte con mi mamá y mi novia…

RAÚL
Y los diez quilos de farlopa…

MAZUERA
Cinco, don Raúl, cinco…

RAÚL
¿Qué más?

Mazuera ha abierto su maletín y ofrece un documento a Raúl, quien tiene que parar el coche para poder examinarlo.

MAZUERA
¿Qué edad cree usted que tiene esa niña?

RAÚL
Aquí dice que nació en el 87.

MAZUERA
Pues sólo tiene 14 años.
El documento es, al parecer, una partida de nacimiento correspondiente a una jovencita cuya fotografía se acompaña.

MAZUERA
Las jovencitas son más fáciles de tratar y tienen mucha demanda… Lo tengo todo…, hasta un video con el training que se les da antes de lanzarlas al puterío…

Raúl prende de nuevo el motor del coche. Devuelve el documento a Mazuera.

RAÚL
Pertenezco a narcóticos… La trata de blancas no me interesa.

Mazuera pone una mano en el brazo de Raúl.

MAZUERA
Oiga…, no se equivoque… Tristán domina una extensa red de puticlubs en todo el país. Es mejor negocio que la droga, y más seguro. Además, en esos puticlubs se consume droga a quilos. Doble negocio.

Respeta por unos instantes el silencio de Raúl y luego prosigue, tratando de ser convincente:

MAZUERA
Mire… Yo le doy los papeles y usted los pone en el juzgado cuando este pecho se sienta a salvo, bien escondidito en una finquita en lugar seguro, que así puede que todo acabe bien. Tengo amigos en la guerrilla, no sé si me entiende…

Hace un gesto expreviso y añade:

MAZUERA
Me bajo ahí.

Raúl detiene el coche en una esquina. Mazuera se dispone a bajar del vehículo, pero antes de hacerlo lanza el maletín a la parte de atrás. Con medio cuerpo fuera del coche todavía advierte:

MAZUERA
Mire bien lo que le digo, porqué, si no acepta mi oferta, es hombre muerto. O Tristán o nosotros.




12 + INT. DIA - JEFATURA DE POLICIA.

Desde hace un rato Raúl esta abriendo y cerrando cajones y archivadores, con violencia, cogiendo algunas pertenencias, agenda, llaves, un cartón de cigarrillos, un portarretrato de alguien cuyo rostro no distinguimos (su hermano Valentín), y lo mete todo en una bolsa de plástico.

Asoma María y se queda en el quicio de la puerta, contemplando el quehacer de Raúl. Comprendemos que ella es también una agente de policía, pues lleva, directamente encima de una blusa ajustada, la reglamentaria pistola sobaquera.

RAÚL
Pones cara de ir a darme un consejo.

María hace gestos afirmativos con la cabeza:

MARÍA
No te vayas.

RAUL
No me voy, me van.

Tiene un sobre en las manos, evidentemente una carta. El sobre está cerrado. Aunque brevemente, podemos leer una parte de su remitente, un nombre: Olga Muñoz. No hace la menor intención de abrirlo, sino que lo rompe a pedazos y tira los restos a la papelera.

Parece haber recogido cuanto quería. Ahora se encara con María:
RAUL
Vacaciones… Quiero ver a la familia.

Maria, le observa cruzada de brazos y con una chispa de tristeza en los ojos.
Raúl cierra con estrépito un archivador metálico y abre otro de cuyo fondo saca una botella de whisky mediada. Sujeta la botella bajo el sobaco, coge su gabardina de la percha, las llaves y otras pertenencias de sobre la mesa y al iniciar la salida se para ante ella.

RAUL
Te invito a una copa. Venga, la ultima.

MARIA (niega con la cabeza)
Desde que te conozco no has hecho otra cosa que tomar la última. A ver cuando será verdad.

RAÚL
Me voy a casa… Dos meses…, suspendido de empleo y sueldo.

Hace un gesto expresivo con la mano, como diciendo “¿qué otra cosa puedo hacer?”

MARIA (dolida)
Sabes que la mano de Tristán llega hasta tu casa si hace falta. Y donde dice Tristán puede entenderse ETA.

RAÚL
No creo en la mano de nadie…

MARÍA
Estás más seguro aquí.

Raúl sonríe, le roza la mejilla con los dedos y ella evita el roce con un gesto esquivo.

MARÍA
Te vas donde menos pueden ayudarte.

Raúl deniega levemente con la cabeza. Dice como si de una confidencia se tratase:

RAÚL
¿Alguien quiere ayudar a un policía? ¿Necesita un policía que le ayuden?

MARÍA
Eres un hijo de puta.

Da media vuelta y se aleja. Unos pasos más allá se detiene y, por unos instantes, vuelve la cabeza hacia él, aire pensativo.





13 + EXT. DÍA Y ATARDECER – PAISAJES Y CARRETERAS.

Varias localizaciones indicativas del viaje de Raúl hacia Alicante.

Sol declinando.




13a + EXT. NOCHE - MOTEL DE CARRETERA.
El coche de Raúl se dirige al aparcamiento.

Desciende Raúl y entra en el hotel.




13b + INT. NOCHE - MOTEL DE CARRETERA.

Raúl se tumba en la cama. Suenan unos golpes en la puerta.

RAÚL
Adelante.

Es el mozo con el equipaje. Trae dos maletas y, además, el maletín que ya conocemos. Lo levanta mostrándolo a Raúl:

MOZO
Estaba en el asiento trasero.

Lo deja sobre una silla.

Raúl le da una propina y el mozo sale.

Corte.

Raúl duerme, aunque, evidentemente, poseído por una fuerte inquietud.

La cámara se acerca a él lentamente.

A corte una serie de flashes muy cortos: un interrogatorio violento, un automóvil que vuela por los aires, una pistola que es cargada, disparos, fuego, colisión, muerte, etc.

Raúl abre los ojos con dificultad. Lo primero que aparece en su campo de visión es el maletín de Mazuera, colocado ahí cerca, sobre una silla.






14 + EXT. DÍA – UN LUGAR PRÓXIMO A ALICANTE.

Desde la parte posterior del coche.

Un cartel anuncia una distancia a Alicante inferior a 50 kilómetros.

Un poco más allá hay un desvío.

El coche de Raúl entra en una carretera local.




15 + EXT. DÍA - PICADERO PRÓXIMO A ALICANTE.

El ojo de un caballo tordo, un ojo inocente y hermoso, brillante y alertado, nervioso por algo. La cabeza del caballo y un relincho, como si presagiara un peligro.

El coche de Raúl se aproxima al picadero viniendo por un camino abrupto.

Mientras, de una caseta situada a un lado de la pequeña pista rodeada por una valla de troncos, asoma José Fuentes acarreando a la espalda una silla de montar. Es un hombre de 65 años, flaco y de toscas maneras, con una cojera bastante pronunciada, pero de un rudo y sombrío atractivo.

Tras unos instantes de observación, deja la montura en el suelo, y queda a la espera de Raúl, quien ha bajado ya de su coche y se acerca atravesando la pequeña pista de equitación.

RAUL
Hola, padre.

El tono en que se hablan no deja entrever ninguna emoción o afecto entre ambos.

JOSE
¿Vienes de Vigo?

RAUL
Estuve llamando a casa y no había nadie...

JOSE
Hemos madrugado. ¿Que pasa, te han trasladado?

RAUL
Mas o menos...

Baja la cabeza, como si no quisiera mirar directamente a su padre, y murmura apenas:

RAUL
¿Y Valentín?

Por toda respuesta, el padre carga de nuevo a sus espaldas la silla de montar y se dirige al caballo cruzando la pista.

Unos instantes después, Raúl sigue tras él.

José pone la silla sobre los lomos del caballo. Mientras comprueba la resistencia de las cinchas, no parece muy interesado en la conversación.

JOSE
Así que te han dado vacaciones otra vez…

RAUL
Digamos que me envían por motivos de seguridad.
¿Dónde está Valentín?

El padre sigue de espaldas a Raúl, interesado en sujetar las cinchas de la silla.

Olga asoma por la puerta de la caseta. Es morena, esbelta, 35 años, andaluza, la piel quemada por el sol, tejanos y camisa de hombre, despeinada, sin maquillaje, tiene un aire asilvestrado. No es muy guapa pero si atractiva. Advierte la presencia de Raúl y se detiene. Deja en el suelo el cubo con agua que lleva en una mano. Está transpirando, signo evidente de que se aplica al trabajo sin ningún reparo. Se pasa por la frente la esponja que lleva en la otra mano.
Punto de vista de Olga:
En este momento, Raúl, con la evidente intención de encararse con su padre, da unos pasos hacia él. Queda siempre de espaldas a Olga.
Parece como si Raúl insistiese en su pregunta: ¿Dónde está Valentín?
Olga coge de nuevo el cubo con agua y se encamina hacia un abrevadero.
Aproximación:

JOSE
A tu hermano ya no Ie interesan los caballos.

Olga trajina por el fondo.

JOSÉ
Olga te escribió... ¿No recibiste la carta?

RAUL (mal fingidor)
¿Una carta...?

(Si se considera necesario, puede incluirse un flash de cuando Raúl rompió la carta sin abrir)
El padre en ningún momento ha interrumpido su quehacer.

JOSE
Oye, tenemos trabajo… Nos veremos a la hora de comer.

Raúl baja la cabeza y se aleja hacia su coche. Unos pasos más allá se detiene y pregunta:

RAÚL
¿Dónde duermo?

Responde el padre sin dejar de faenar:

JOSÉ
En el cuarto de tu hermano siguen habiendo dos camas.

Raúl se dirige a su coche.






16 + INT. DÍA – CHALET. HABITACIÓN DE VALENTÍN.

Entra Raúl y deposita su maleta encima de una de las camas.

No sabe qué hacer con el maletín de Mazuera. Hace una tentativa de abrirlo, pero, sin llegar a levantar la tapa, vuelve a cerrarlo. Mira a uno y otro lado como buscando un lugar dónde ocultarlo y finalmente lo mete debajo de la cama.

La habitación ha debido experimentar muchos cambios en su ausencia. Raúl examina cada uno de los detalles.

Parece la habitación de un adolescente: hay banderines deportivos, tebeos, un cartel del ogro Shrek pegado a la pared, otros de coches Formula 1 y de Rallys, guantes de boxeo, una radio-casete y un balón de fútbol. Pegado al techo hay un globo rojo bastante desinflado con el cordel colgando sobre la cama.

En el estante sobre la cama, hay una fotografía toscamente enmarcada con cinta adhesiva azul. Raúl la toma entre sus manos para contemplarla. En la foto se ve a Valentín y a una muchacha (Milena) en la azotea del Lolita’s Club (aunque al revés, podemos distinguir el rótulo de neón) un día de viento y rodeados ambos de sábanas blancas y prendas íntimas femeninas tendidas al sol. Abrazados, Valentín sonríe mirando al objetivo mientras ella parece querer esconder la cara ladeando la cabeza sobre el hombro de él, en un gesto de pudor, y esta pálida y demacrada, aunque sonríe con dulzura, apretando con las manos sobre el pecho las solapas de su bata floreada.
Raúl deja la foto en su sitio y coge otra a su lado, está bien enmarcada, y puede verse la imagen nostálgica de los mellizos adolescentes, Raúl y Valentín en camiseta, sudorosos y despeinados, de pie junto al saco de boxeo colgado bajo el árbol. Raúl tiene el brazo por encima de los hombros de su hermano, parece atraerle afectuosamente hacia si y los dos se ríen con ganas. Valentín mira al objetivo como embobado o sorprendido, y Raúl, de medio perfil, mira a su hermano: una mirada, la suya, y un abrazo, que revelan no solo amor fraterno, sino sobre todo una firme voluntad de protección.

Raúl abre su maleta. Encima de la ropa, claramente a la vista, hay una pistola que se supone es la propia de un policía. La empuña para guardarla en algún sitio y, finalmente, la esconde junto al maletín de Mazuera.

Comienza a sacar la ropa de la maleta.

Por detrás de Raúl se abre la puerta de la habitación y aparece Olga. Viste una bata mal ceñida y lleva dobladas al brazo algunas toallas y un edredón.

Raúl es sensible a esta aparición pero inmediatamente, de manera deliberada, sigue sacando cosas de su maleta, sin tan siquiera volver la cabeza. Sabe quien ha entrado, se diría que huele su presencia.

Olga, que ha cerrado la puerta con la espalda, permanece ahí quieta, mirando la nuca de Raúl. Después de unos segundos inmóvil y sin dejar de mirar a Raúl, se dirige a la otra cama, deja las toallas y el edredón encima y sale de la habitación sin haber pronunciado una sola palabra. No obstante, cierra la puerta demorándose en ello, sin dejar de mirar la nuca de Raúl, como si suplicase una mínima atención.

Raúl prosigue con el vaciado de su maleta.






17 + INT. DÍA - CHALET. SALA COMEDOR -.

José y Raúl sentados a la mesa, comiendo. En un ángulo, Olga acaba de depositar un cuenco con ensalada y también se sienta.

RAUL
Pásame el vino.

Olga lo hace así. Silencio, finalmente roto por Raúl, después de escrutar, sin resultados, la expresión de los otros comensales:

RAÚL
¿Por qué no está aquí Valentín?

Hay un breve intercambio de miradas entre Olga y José. Tratando de replegarse sobre sí misma dice Olga al fin:

OLGA
Ya no trabaja en la pastelería...

Raúl la mira sorprendido.

RAÚL
Se lo estaba preguntando a mi padre.

José se anticipa:

JOSE
Está controlado. Sabemos siempre donde para y lo que hace. No pasa nada.

Olga hace pequeños gestos negativos con la cabeza. Parece que pone en duda lo que acaba de decir el padre. Raúl se da cuenta e inquiere:

RAUL
¿Se puede saber que ocurre?

JOSE
Tu hermano ha cambiado en poco tiempo, eso es lo que ocurre. Está mejor que nunca…

Raúl le escucha intrigado, cambiando miradas con Olga, que se muestra intranquila.

RAUL
¿Quieres decir que ya no trabaja en la tienda de la viuda, con lo que le gustaba la repostería...?
JOSE
Esta mejor donde está.

RAUL
¿Y dónde está? Decidlo de una vez.



JOSE (impacientándose)
Si, un sitio al que iba a menudo a servir pedidos... Parece que un día lo invitaron a una pequeña fiesta y quiso corresponder… ya sabes como es, el chico se hace querer. Se metió en la cocina y las obsequió con uno de sus pasteles. Así empezó la cosa...

RAUL (corta)
¿Las obsequió? ¿A quien diablos obsequió?

Olga parece decidida a transigir con lo inevitable. Echa por el atajo:

OLGA (pretendidamente servicial)
A las chicas que trabajan allí… Es un club de alterne...

RAUL (mira con insistencia a su padre)
A ver si lo entiendo... ¿Valentín esta sirviendo en un puticlub?

JOSE
Para según quien es un hotel.

RAUL
¡No puedo creer lo que estoy oyendo!

OLGA
Hay algo mas (a José) Díselo.

JOSE
No tiene importancia...

Olga mira a José con alguna prevención, luego a Raúl, duda, y por fin se decide:

OLGA
Se ha enamorado de una chica que trabaja allí...

JOSE
Se le pasará. No es más que un capricho.

RAUL
¿He oído bien? Dejáis que una puta se time con un pobre deficiente mental, ¿es eso lo que me estáis diciendo?

De pronto el padre entra en un estado de alteración. Da un puñetazo en la mesa, del cual parece arrepentirse inmediatamente después.

JOSE
El chico se ha enamorado, como cualquier ser humano…


RAUL (corta, irónico)
¿Enamorado? ¡No me jodas! Valentín no sabe de qué pasta esta hecha una mujer, nunca lo supo.

Raúl se levanta de la mesa. Va hacia la puerta como obedeciendo a un impulso, pero allí se vuelve para preguntar:

RAUL
¿Cómo se llama el puticlub?

JOSE (a Olga)
No se lo digas.

OLGA
En el antiguo hostal Miramar. Lo llaman Lolitas club.

José arroja la servilleta sobre la mesa.

JOSE
De acuerdo, es un bar de camareras (se anticipa a Raúl:) de putas, vale!

Hace un gran esfuerzo por ser convincente, y añade:


JOSÉ
Óyeme Raúl… Hay una evidencia… Valentín no es normal. Tenemos un idiota en la familia. ¿Qué importa que se haya liao con una puta? Nuestro pobre idiota es feliz.







18 + INT. DÍA – LOLITA’S CLUB. PASILLO

La espalda de un hombre joven (Valentín) con mandil y gorro de cocinero, avanzando en plano medio por el pasillo bajo una mórbida luz verdosa, como de acuario, con las puertas de las habitaciones cerradas a ambos lados. Sostiene con la mano en alto una bandeja con una pizza recién cocinada, una cerveza y un cubalibre, y camina con pasos precavidos, como si pisara huevos.

La cámara pasa ahora al otro lado del pasillo y vemos como Valentín se detiene frente a una puerta. Acerca el oído a la puerta, inclinando la cabeza, movimiento que aprovecha la cámara para hacer una aproximación en busca de la cara y los rasgos de Valentín. Es evidente que Valentín es el hermano gemelo de Raúl, pero así como en éste los músculos de la cara están al servicio de una cierta dureza de corazón, los rasgos de Valentín reflejan un espíritu simple, bonachón y poco prevenido ante la vida.


Durante unos instantes Valentín atiende a los ruidos provinentes del interior de la habitación: gemidos femeninos que simulan placer. Hace un esfuerzo por contener la risa, golpea en la puerta con los nudillos y anuncia en voz alta:

VALENTÍN
¡Servicio!

Sin más preámbulo abre la puerta y da unos pasos para depositar la bandeja junto a una cama donde yace un individuo sesentón – abdomen abultado – que está siendo estimulado por dos chicas desnudas.








18 A + INT. DÍA – LOLITA’S CLUB. SALA DE CONTROL

Un individuo sentado frente a un panel de pequeñas pantallas de televisión.

En una de ellas se está reproduciendo la escena – encuadre en picado - que acabamos de ver: Valentín depositando la bandeja junto a la cama donde yace un hombre acompañado de dos chicas desnudas.

En otra pantalla acaba de hacer su entrada una chica con aspecto de adolescente acompañada de un hombre que lleva un maletín. La chica comienza a desnudarse. El hombre deposita el maletín sobre la cama.

En una tercera pantalla Milena, sola en la habitación (se trata de la habitación residencial), se dispone a esnifar una raya. Sin duda sabedora de que es observada, hace una suerte de brindis hacia el objetivo de la posible cámara.

Regreso a la primera pantalla.







18 B + INT. DÍA – LOLITA’S CLUB. PASILLO Y HABITACIÓN

Encuadre en directo del momento en que Valentín, después de depositar la bandeja sobre la cama, se dispone a retirarse. Y a continuación se aleja por donde ha venido, pasillo adelante.

Pasa por delante del mostrador de recepción y a continuación se dirige a la parte residencial. Ralentiza el paso y, con todo tipo de precauciones, abre una de las puertas








19 + INT. DÍA – LOLITA’S CLUB. HABITACIÓN RESIDENCIAL DE MILENA .

Entra Valentín en la habitación, siempre atento a no producir el menor ruido. Se quita el gorro de cocinero antes de acercarse a la cama donde yace Milena, semidesnuda, enredada en la sábana y apretando algo en su puño.

Valentín se inclina sobre la muchacha, vigilante, petrificado, ensimismado.

Ella tiene la cabeza parcialmente oculta bajo la almohada y el pelo derramado apenas deja ver su rostro. Se intuye, no obstante, que es muy joven.

Junto a la almohada, un vaso medio tumbado con colillas y restos de líquido. Una raya sin consumir sobre el vidrio. En realidad unos recortes de papel aluminio sobre uno de los cuales ha sido depositado un polvo de color blancuzco extraído sin duda del pequeño frasco que hay al lado. También un tubito para esnifar, todo ello junto a la fotografía enmarcada de un bebé de apenas unos meses.

Valentín coge el vaso y lo deja en la mesilla de noche, y, con cuidado de no despertarla, abre su puño para quitarle lo que tiene cogido: un zapatito de bebé de lana rosa. Lo deposita asimismo junto a la foto de la mesilla, arropa a la durmiente, la besa en la oreja, ya de pie la mira una vez más y luego se encamina hacia la puerta del cuarto y sale, empleando en ello los mismos cuidados que cuando entrara.

Más o menos en este momento se hará uso de un tema musical que será idéntico al que se utilizará más tarde en una situación simétrica de Raúl (secuencia 73).









19 A + INT. DÍA – LOLITA’S CLUB. PASILLO Y SALA DE CONTROL.

Avanza Simón por un pasillo y asoma a la pequeña sala de control con el panel de pantallas, frente a las cuales está el técnico que las vigila.

SIMÓN
¿Todo bien?

TÉCNICO
Uno con un maletín.

SIMÓN
¿Otro?

El técnico señala la pantalla correspondiente. La chica está terminando de desnudarse. El individuo abre el maletín y extrae levantándolo con ambas manos un vestido de colegiala. Se lo entrega a la chica. Al parecer quiere que se lo ponga. La chica, tras unos instantes, obedece.

SIMÓN
Pon sonido.

El técnico manipula unas teclas. El sonido es agudo como consecuencia del pequeño altavoz.

CHICA
¿Es de tu hija?

HOMBRE
De mi nieta.
Póntelo.
¿Cómo te llamas?

CHICA
Vanesa.

HOMBRE
Quiero que te llames Inés…

La chica se encoge de hombros. Ha terminado de ponerse el vestido de colegiala y ahora hace poses y se chupa el dedo gordo.

SIMÓN
No pasa nada. Tranquilidad.

Sale del pequeño cuarto y se encamina pasillo adelante.

No hay comentarios: