13.1.08

GUIÓN ORIGINAL - SECS. 70 A 73 - FINAL.

70 + INT. DÍA – LOLITA’S CLUB.

Raúl entra.

Milena está en la barra atendiendo a un cliente.

Cuando Raúl llega junto a ella, el cliente tiene una de sus manos en los pechos de Milena, introducida por debajo del brevísimo vestido, y ella a su vez, tiene una de sus manos en la entrepierna del cliente.

Milena no se inmuta. En su voz hay cierto tono de desafío:

MILENA
¿Qué quieres, policía?

En un instante Raúl recobra su tono malhumorado y despótico:

RAÚL
De momento me conformo con que quites la mano de donde la tienes. Y ese también.

Evidentemente el cliente no quiere tener problemas. Saca la mano del escote de Milena y se aleja hacia el anonimato del fondo.

MILENA
¿Qué más?

RAÚL
Vamos a hablar.

Al mismo tiempo que lo dice, Raúl hace un gesto significativo con la cabeza, como si indicase la dirección a seguir, o sea la escalera de caracol (debe entenderse que quiere ampararse en la privacidad de la habitación). Lo subraya poniendo una mano en el hombro desnudo de Milena.

Milena hace un claro gesto de rechazo.

Para afirmar su propuesta y al mismo tiempo acceder a la resistencia de ella, Raúl se aparta de Milena y va a situarse junto a una mesa, en la penumbra del fondo.

Milena no quiere obedecer a la primera. Aguanta unos momentos junto a la barra, sosteniendo la mirada de Raúl, pero finalmente acude.

Se sientan frente a frente, y aguantan en silencio como si ninguno de los dos quisiera ser el primero en hablar.

RAÚL
¿Por qué no vamos a tu habitación?

MILENA
No quiero follar contigo.

Ahora Raúl mira directamente a los ojos de Milena, y ella se siente en la necesidad de justificarse, aunque sea por lo mínimo.

MILENA
Sería una traición.

RAÚL
Imagina que yo soy él.

Es evidente que Milena no esperaba semejante respuesta. Tiene que digerirla, y dejar que pasen unos segundos.

MILENA
Si quieres ser Valentín, haz como él.

RAÚL
¿Qué debo hacer?

MILENA
Traerme caballo. Ando escasa.

La respuesta de Raúl consiste en poner un fajo de billetes encima de la mesa.

RAÚL
Esto es para ti.

Pone junto a los billetes un ticket de vuelo.

RAÚL
Puedes volver a casa.

Milena está desconcertada. Espera que Raúl le explique algo.

RAÚL
¿Cuánto le debes a la compañía? ¿Cien mil? ¿Doscientos mil? Cancelado. Ya no les debes nada.

MILENA
¿Te has vuelto loco?

Raúl deniega insistentemente con la cabeza:

RAÚL
He comprado tu libertad, y lo he hecho a mi manera. Eres libre. Puedes volver a tu país.

El asombro de Milena es cada vez más evidente, a tal punto que su voz está afectada por un cierto sofoco cuando dice:

MILENA
Yo no quiero volver a mi pueblo..

A continuación el tono de Raúl recobra no solo autoridad, sino también agresividad:

RAÚL
¿Qué quieres, ser puta toda la vida?

La respuesta de Milena es lacónica:

MILENA
Sí.

Hace intención de levantarse indicando así ánimo de dar por terminada la conversación, pero vuelve a sentarse para decir sofocadamente:

MILENA
Estoy pagando mi deuda, pero gano mucho dinero. Mucho más que un policía de mierda. Me gustan mis compañeras y me gusta lo que hago. Simulo orgasmos, pero me encanta hacerlo.

De nuevo hace intención de ponerse en pie, pero esta vez Raúl se lo impide.

RAÚL
Yo sé distinguir muy bien entre un orgasmo real y un orgasmo simulado.

La respuesta de Milena es contundente, pero posiblemente es también una simulación:

MILENA
Si quieres ser mi macarra, tráeme caballo.

Se aleja perdiéndose en la oscuridad del fondo.

El fajo de billetes ha quedado sobre la mesa. Raúl lo coge y se dirige a la barra. La cámara se queda en el sitio, de forma que podemos ver como, en plano general, Raúl le hace una seña a Carmen y ésta acude con una botella de whisky en la mano. Entendemos que hay una conversación entre ellos, pero no la oímos.

Aproximación.
RAÚL
¿Muy lejos?

CARMEN
Apenas a cinco quilómetros. A la derecha.

Carmen saca de una estantería una figura que pone en la barra, delante de Raúl. Es una figura vulgar, de barro pintado, representado a un ángel con alas y provisto de una espada que pretende ser flamígera. Añade:

CARMEN
Pides un whisky y pones esto junto al vaso. Ellos entenderán.

Primerísimo plano del ángel con espada.




71 + INT. DÍA – DISCOTECA ELEGANTE – BARRA Y PISTA DE BAILE.

Suprimida.




71 A (antes 63) + EXT. ATARDECER - CHALET. PORCHE.

La bicicleta de Valentín sin la rueda trasera y puesta del revés frente a los escalones del porche, donde se sienta Raúl aplicado en reparar y limpiar la cadena y los frenos.

Olga asoma a la puerta, lleva un pañuelo atado a la cabeza, botas de media caña y algunos correajes y arneses al hombro, dispuesta para irse al trabajo. Pasa junto a Raúl, pero unos pasos más allá se detiene y deja los arneses en el suelo. Se sienta junto a Raúl. No se miran.

OLGA
En otros tiempos hablabas conmigo. Me contabas tu corazón. ¿Por qué ahora no?

Escueta respuesta de Raúl:

RAUL
Porque eres la mujer de mi padre.

Ni la mira, sigue ocupado en lo que hace.

OLGA
Si piensas que no quiero a tu padre, estás equivocado.

RAÚL
Qué más da, Olga...

Olga inicia la retirada, pero apenas da unos pasos, se vuelve y queda mirando a Raúl. A continuación retrocede y queda en pie frente a él.

OLGA
Nadie ha muerto por ti. Ha sido un accidente, una confusión…, pero tú te has empeñado en hacer de ti mismo un enigma…

Limpiándose las manos de grasa con un trapo, Raúl da muestras de un sentimiento que se esfuerza en reprimir. Mueve la cabeza insistentemente como si negase lo que le están diciendo:

RAUL
Ningún enigma, Olga… Es muy sencillo: no me gusto.

OLGA
Crees que no te quieren, pero eres tú quien no nos quiere.

Raúl cabecea asintiendo. ¿Acaso hay lágrimas en sus ojos?

Y a continuación Olga se aleja.

Raúl, ahora sí, levanta la cabeza y la contempla. Efectivamente, hay lágrimas en sus ojos.

RAÚL
Olga…

Olga se detiene. Vuelve la cabeza hacia Raúl.

Raúl quiere decir algo, pero no puede, o no sabe qué. Niega con la cabeza sin dejar de mirar a Olga.

La expresión de Olga no refleja desconcierto ni sorpresa. Es como si realmente hubiese oído algo pretérito y sabido.

Raúl sigue negando con la cabeza.

Olga se aleja.






72 + EXT. DÍA – CARRETERA SECUNDARIA PRÓXIMA A LOLITA’S CLUB.

Un ciclista viene hacia cámara.

Cuando llega a plano medio, un travelling atrás lo acompaña durante unos segundos. Reconocemos a Raúl, pero el mimetismo sobre el aspecto de Valentín se ha completado.

La cámara gira con él hasta encuadrarlo de espaldas, sin dejar de pedalear.

Al fondo la imagen inconfundible del edificio donde se alberga el Lolita’s club.





73 + INT. DÍA – LOLITA’S CLUB. HABITACIÓN RESIENCIAL

Milena está durmiendo, en la cama, de cara a cámara.
Al fondo, la puerta de la habitación, que en este momento se abre y aparece Raúl. Su aspecto es muy parecido al que tenía Valentín en la secuencia 19. Como efecto del contraluz, lo vemos en silueta, lo cual puede dar lugar a que se dude acerca de cuál es su verdadera identidad.

Raúl se inclina sobre la muchacha, pero no llegamos a ver los rasgos de su cara.

Ella tiene la cabeza parcialmente oculta bajo la almohada y el pelo derramado apenas deja ver su rostro.

Junto a la almohada, un vaso medio tumbado con colillas y restos de líquido. Un tubito para esnifar y, también, las trazas sobre el vidrio de lo que ha sido una raya de heroína.

Raúl coge el vaso y lo deja en la mesilla de noche, y, con cuidado de no despertarla, abre su puño para quitarle lo que tiene cogido: un frasquito mediado con un polvo blanco. Lo guarda en el cajón de la mesilla, arropa a la durmiente, la besa en la oreja…

En este instante Milena abre los ojos y pronuncia, con voz dormida, afónica, unas pocas palabras:

MILENA
Su hermano no ha venido hoy, señor…

Raúl se pone en pie y luego se encamina hacia el mismo rincón que ocupara Valentín en la secuencia 34, adoptando la misma o parecida postura allí descrita.

Más o menos en este momento se hará uso de un tema musical que será idéntico al que se utilizó en la secuencia 19.

Milena ha quedado de cara a cámara. Es evidente que no estaba durmiendo, que en todo caso lo fingía.
Del mismo modo que sucediera en la secuencia 34 Milena, sin cambiar de posición en la cama, extiende un brazo hacia atrás, como ofreciéndolo a Raúl.

Se repite la misma acción atribuida a Valentín en la mencionada secuencia 34.

Sin embargo, Milena impide que Raúl prosiga en sus caricias.

Sonríe. Y esta vez abraza apasionadamente a Raúl.


FIN
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